Sánchez regala a Marruecos dos millones en material policial a través de un ente del ‘caso Tito Berni’

Más de dos millones de euros en material policial. Ese es el regalo con el que el presidente del Gobierno y líder del PSOE, Pedro Sánchez, pone su particular broche de legislatura a su complacencia con el régimen de Marruecos, al que está entregado desde que fuera objeto de una operación de espionaje mediante el programa Pegasus. Aquel episodio se saldó con la extracción de su teléfono móvil de información sensible, a la que siguieron sonadas cesiones hacia el vecino norteafricano.

Además, Moncloa ejecuta este millonario regalo de material para las fuerzas de seguridad marroquíes a través de una entidad salpicada por la trama corrupta del ex diputado canario del PSOE Juan Bernardo Fuentes Curbelo, alias Tito Berni. Se trata de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), organismo perteneciente al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Uno de los detenidos y principales acusados por la trama de Tito Berni es Francisco Espinosa Navas, general de la Guardia Civil que está acusado de haber cobrado comisiones con adjudicaciones pagadas por esa fundación para un proyecto de cooperación internacional en materia de seguridad en la norteafricana zona del Sahel.

Ahora, FIIAPP sirve a Sánchez de intermediador para congraciarse una vez más con Marruecos en vísperas de las elecciones generales del 23 de julio. Un episodio más que se suma a los sonados virajes consumados por el presidente en materia de política exterior tras el ataque espía que sufrió su teléfono móvil, así como el del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el de la titular de Defensa, Margarita Robles.

El ‘caso Ghali’ y el espionaje

El ataque se produjo en la primavera de 2021, cuando la crisis entre España y Marruecos atravesaba su momento más severo. Sánchez había desplegado una operación clandestina para introducir en España e ingresar en el hospital público de Logroño al líder saharaui del Frente Polisario, Brahim Ghali, enemigo del reino alauí. Los servicios secretos marroquíes destaparon la operación y se desató una agria crisis diplomática.

Tras el ataque espía al teléfono de Pedro Sánchez, éste pasó de apoyar a Ghali –protegido de Argelia– a alinearse con las tesis de Marruecos. Todo ha apuntado desde entonces a que Sánchez quedó en manos de las autoridades marroquíes por información crítica que contenía su móvil. Moncloa, y personalmente Pedro Sánchez, se han negado a desvelar el contenido de los datos que les intervino ese programa espía. Pero ha sido notorio el giro radical dado por Sánchez respecto a Marruecos desde que su móvil fue atacado: dejó de apoyar al Frente Polisario y la independencia del antiguo Sáhara español, y pasó a alinearse públicamente con las tesis de Rabat, que considera ese territorio parte de su soberanía.

Ahora, al calor de los fondos que recibe de la UE esa fundación del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno de Pedro Sánchez va a inyectar al país vecino más de dos millones de euros en material policial. En concreto, en sofisticados equipos de visión nocturna que, según la versión oficial del expediente al que ha tenido acceso OKDIARIO, serán utilizados para reforzar la vigilancia de las fronteras marroquíes, entre las que se incluyen las de Ceuta y Melilla.

Compra de 390 cámaras

La compra de estos equipos ya está lanzada, así que nada puede hacer el Gobierno que salga de las urnas más allá de cumplir con el expediente, completar la licitación y proceder a la adquisición de ese material para entregárselo a Marruecos.

Según consta en el expediente lanzado por el Ministerio de Asuntos Exteriores a través de su fundación internacional, se van a adquirir 200 equipos de visión nocturna y 190 cámaras térmicas no refrigeradas. Indica que se enmarca en el proyecto denominado «Apoyo a la gestión integrada de fronteras y de la migración en Marruecos». Asimismo, detalla que esos visores y cámaras se entregarán en Marruecos, «previsiblemente en Casablanca, si bien se podrá atender a otra ubicación a petición razonada del Ministerio del Interior de Marruecos y acordada por las partes, entre ellas Tánger o Rabat».

Esta compra será supervisada técnicamente por la Guardia Civil, cuyos expertos se encargarán de someter los equipos ofertados a una serie de pruebas técnicas «para verificar el correcto y completo funcionamiento».